El árbol de levas es el componente encargado de coordinar la apertura y el cierre de las válvulas en el motor. Esta sincronización es crucial para que el motor pueda realizar su ciclo de combustión de manera eficiente.
Desde su introducción en los motores de combustión interna, el árbol de levas ha evolucionado significativamente, pasando de diseños simples a tecnologías avanzadas como los sistemas de tiempo variable de válvulas (VVT).

¿Para qué sirve el árbol de levas?

El árbol de levas permite que el aire y el combustible entren en el motor y que los gases quemados sean expulsados. Este proceso es fundamental para el ciclo de combustión, ya que garantiza que cada etapa del ciclo ocurra en el momento preciso, optimizando el rendimiento general del motor.

El diseño del árbol de levas juega un papel crucial en el flujo de aire y la mezcla de combustible dentro del motor. Dependiendo de la forma y el tamaño de las levas, se determina cómo se abren y cierran las válvulas, lo que impacta directamente en la cantidad de aire y combustible que entra al motor. Esto, a su vez, influye en la potencia y la eficiencia general del motor. Por ejemplo, los motores de alto rendimiento suelen emplear árboles de levas con diseños específicos para maximizar tanto la entrada como la salida de gases, mejorando significativamente el desempeño del vehículo.

Además, la relación entre el árbol de levas y otros componentes del motor, como la polea del árbol de levas o la cadena de distribución, asegura que el proceso de sincronización sea exacto. Un árbol de levas bien sincronizado permite que el motor funcione sin contratiempos, minimizando las pérdidas de energía y maximizando la eficiencia en cada ciclo. Por eso, su mantenimiento adecuado es esencial para evitar problemas como fallos en el sensor del árbol de levas, que pueden ocasionar una pérdida de potencia o daños mayores al motor.

Funcionamiento del árbol de levas


El funcionamiento del árbol de levas está estrechamente ligado al cigüeñal y a la correa o cadena de distribución. Mientras el cigüeñal gira, transfiere movimiento al árbol de levas a través de estos elementos, asegurando que las válvulas se abran y cierren en el momento exacto. Esta precisión en el movimiento permite que el motor funcione de manera equilibrada y eficiente, minimizando las pérdidas de energía y maximizando el rendimiento.

En motores de cuatro tiempos, el árbol de levas desempeña un papel crucial en las cuatro etapas: admisión, compresión, combustión y escape. Durante la etapa de admisión, el árbol de levas asegura que las válvulas se abran para permitir la entrada de aire y combustible. En la etapa de compresión, mantiene cerradas las válvulas para que el pistón comprima la mezcla de manera eficiente. Posteriormente, durante la combustión, las válvulas permanecen selladas para maximizar la energía generada, y finalmente, en la etapa de escape, las válvulas se abren nuevamente para expulsar los gases quemados.

Partes del árbol de levas

El sistema antipolución está compuesto por varios elementos clave, cada uno con una función específica:

  • Filtro de partículas (DPF): Su función es capturar las partículas de hollín y otras impurezas generadas durante la combustión. Uno de los problemas comunes en este componente es la obstrucción por acumulación de hollín.
  • Sonda lambda: Se encarga de medir la cantidad de oxígeno en los gases de escape, lo que ayuda a ajustar la mezcla de combustible y aire para una combustión más eficiente.
  • Catalizador: Este componente convierte los gases contaminantes como el monóxido de carbono, los hidrocarburos y los óxidos de nitrógeno en sustancias menos dañinas.
  • Válvula EGR (Recirculación de gases de escape): Su función es redirigir una parte de los gases de escape hacia el motor para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
  • Sensores de oxígeno y temperatura: Son fundamentales para el monitoreo y regulación del sistema, asegurando que las emisiones se mantengan dentro de los límites establecidos.

Tipos de árbol de levas

  • Árbol de levas en cabeza (OHC): Común en motores modernos, este diseño posiciona el árbol de levas directamente sobre las válvulas, eliminando la necesidad de componentes intermedios como varillas de empuje. Esto reduce el peso y mejora la respuesta del motor, haciéndolo ideal para automóviles ligeros y eficientes.
  • Doble árbol de levas en cabeza (DOHC): Este sistema incluye dos árboles de levas, uno para las válvulas de admisión y otro para las de escape. Es particularmente eficaz en motores de alto rendimiento, ya que permite un control más preciso de las válvulas y una mayor capacidad de revoluciones. Los motores DOHC suelen ser la elección de los fabricantes para coches deportivos y de lujo.
  • Árbol de levas en bloque (OHV): Este diseño, también conocido como «pushrod», se utilizó principalmente en motores antiguos. Aunque es menos eficiente y más complejo que los diseños modernos, sigue presente en algunos motores de alto torque, como los de camionetas y vehículos todoterreno.
  • Árbol de levas variable (VVT): Una de las innovaciones más significativas en la industria automotriz. Este sistema ajusta el tiempo de apertura y cierre de las válvulas según las condiciones de conducción, lo que mejora tanto el rendimiento como la eficiencia del combustible. Motores con VVT ofrecen una combinación ideal de potencia y ahorro.
  • Innovaciones recientes: Los avances tecnológicos han llevado al desarrollo de diseños para motores eléctricos e híbridos. Aunque estos motores no utilizan un árbol de levas tradicional, algunas variantes híbridas integran mecanismos similares para maximizar la eficiencia del motor de combustión interna en combinación con el sistema eléctrico.

Averías

Las averías en el árbol de levas pueden ser devastadoras para el motor, ya que este componente desempeña un papel crucial en la sincronización del ciclo de combustión. Entre las más comunes encontramos:
Desgaste de las levas: Este problema puede generar una apertura inadecuada de las válvulas, lo que afecta directamente el flujo de aire y combustible al motor. Este desgaste suele ser progresivo y puede estar relacionado con una falta de mantenimiento o lubricación.
Problemas de sincronización: Estos problemas, a menudo causados por una correa o cadena de distribución desgastada, pueden provocar que el árbol de levas pierda su alineación con el cigüeñal. Como resultado, el motor puede experimentar una disminución significativa en el rendimiento e incluso sufrir daños graves.
Señales de fallo en el sensor del árbol de levas: Este sensor es esencial para que el sistema electrónico del motor detecte la posición del árbol de levas y ajuste el tiempo de encendido. Un fallo en este componente puede manifestarse con ruidos inusuales, pérdida de potencia o dificultad para arrancar el motor.

Además de estos problemas, es importante estar atento a otros signos como vibraciones excesivas, aumento en el consumo de combustible o la aparición de códigos de error en el sistema de diagnóstico del vehículo. Un mantenimiento adecuado, como asegurar una buena lubricación y revisar periódicamente la correa o cadena de distribución, puede prevenir la mayoría de estos problemas.

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