Hoy en día cuando alguien piensa en adquirir un vehículo salta como buena alternativa uno de segunda mano. Estos coches por lo general contemplan precios un tanto reducidos permitiendo así contemplar ahorros en tal adquisición y al mismo tiempo obtener otras ventajas.
Sin embargo, para lograr realmente concretar la compra de un coche de segunda mano hay que tener en cuenta diferentes factores y aspectos que condicionan y establecen los términos de dicha operación.
Así, entre esto, tienes que prestar atención a los que son los impuestos que se deben pagar al comprar un coche de segunda mano, a qué parte le toca liquidarlos y qué otros gastos se deben asumir. Esto y más a continuación.
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¿Qué impuestos se pagan al comprar un coche usado?
Comprar un coche de segunda mano es una transacción comercial por lo cual está emparejado a una serie de impuestos. Algunos de estos impuestos se deberán liquidar al Ayuntamiento, otros a la Comunidad Autónoma o hasta a Hacienda.
Si el coche se trata de uno usado los impuestos a pagar no serán iguales a los de un coche nuevo. En el caso de que sea la compra de un coche usado, los impuestos a pagar serían el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el Impuesto sobre Valor Añadido (IVA), aunque éste no se aplicaría siempre.
Impuesto de Transmisiones Patrimoniales
Quizás te estés preguntando qué es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y la verdad es que este se trata de una tasa relacionada en cuanto a la compraventa de un coche de segunda mano entre particulares.
El comprador es el que debe asumir la liquidación de dicho impuesto y suele oscilar entre el 4% y 8% del valor total del vehículo, siendo que esto puede variar dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que resida el comprador en cuestión.
IVA
El IVA es el Impuesto sobre el Valor Añadido el cual debe ser pagado cuando se compran bienes de consumo y los coches entran en dicha categoría.
Tienes que tener en cuenta que no en todas las operaciones se incluye el pago del IVA, ya que este solo aplica si el coche de segunda mano se compra a una empresa. Lo que quiere decir entonces que si la operación se hace entre particulares no hay que liquidar este impuesto.
En el caso de que se tenga que pagar este impuesto, la cantidad que se aplica asciende al 21% del valor total del coche y el vendedor tiene la responsabilidad de hacer una factura donde se refleje este pago. En el caso de que el vendedor se deduzca una parte del IVA al comprar el vehículo, el 21% mencionado será aplicado a la cantidad que haya sido pagada.
Transferencia de titularidad
El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el Impuesto sobre el Valor Añadido son los principales impuestos o los dos que se aplican en la transacción que implica la compra de un coche de segunda mano. Sin embargo, también existe otra cosa llamada transferencia de titularidad, la cual debes de tener presente.
La transferencia de titularidad es un trámite que se debe de hacer cuando se establece la compra de un coche de segunda mano, está es la legalidad que se necesita para establecer que el coche ahora pertenece a alguien más.
Si bien, la transferencia de titularidad no es un impuesto, puede considerarse como un gasto del cual el comprador se debe hacer cargo en tal operación.
Otros gastos que debe asumir el comprador
Todo comprador de un coche de segunda mano tiene que tener presente que no solo tendrá que pagar los impuestos antes mencionados sino también otros gastos fijos como es el gasto del trámite de la transferencia de titularidad, el impuesto de circulación, entre otros. Pero básicamente no te diría porqué extenderse más allá de los diferentes gastos.
¿Quién paga el impuesto de circulación en un coche de segunda mano?
Con respecto al impuesto de circulación en un coche de segunda mano, este se paga una vez al año, siendo válido del 1 de abril hasta el 30 de junio.
Lo más usual para liquidar este impuesto es notificar un número de cuenta para que te cobren de allí lo que corresponda, abonándose de forma automática entre los meses de abril y mayo.
El impuesto de circulación lo paga el propietario del coche, lo que quiere decir que si el comprador ya hizo la gestión o el trámite de transferencia de titularidad el coche es de su propiedad y le compete así la liquidación de tal impuesto.
Con Second Renting podrás olvidarte de los impuestos del coche
Aunque los impuestos que pueden figurar en un coche de segunda mano no son en realidad muchos, estos pueden llegar a contemplar una tarifa o cifra que algunos usuarios quisieran mejor evitar.
Dejar de pagar el impuesto no es una opción pues esto conlleva multas que pueden ascender hasta 500 euros, llegando en el máximo de los casos a perder tu coche.
Es por ello que, en vez de evitar el pago de este impuesto, pueden optar por una mejor alternativa que es el renting mediante una de las mejores empresas dedicadas a esto en España, la cual es Second Renting.
Second Renting es una excelente alternativa para adquirir el coche de segunda mano que desees sin tener que preocuparte por pagar impuestos ya que dicha empresa cubre aquellos que mencionamos como esenciales.
Todos los gastos están incluidos dentro de las cuotas mensuales
Con Second Renting podrás adquirir un coche de segunda mano con todos los gastos operativos incluidos dentro de las cuotas mensuales fijadas, las cuales de por sí son beneficiosas al ser considerablemente bajas y cómodas de pagar.
Es por todo esto que Second Renting figura como una estupenda opción, la más ventajosa en cuanto a asequibilidad y seguridad en equilibrio. Con esta empresa podrás tener acceso no solo al uso de un vehículo, sino que el mismo viene con una serie de servicios a disposición sin sobrecostes, convirtiéndose así en una excelente opción sin lugar a dudas.