Cada día los coches de segunda mano se vuelven más populares, ya que en vista de los altos precios que se visualizan en el mercado, estos en comparación resultan una mejor alternativa por la cual optar.
Sin embargo, al día de hoy existen muchos usuarios que pueden tener diferentes dudas con respecto a esta adquisición, incluso viendo esta modalidad como una insegura. Pero, poco a poco se ha demostrado que existen maneras de respaldar está opción y de establecer una fiabilidad en la misma.
Igualmente surgen unas que otras preguntas con respecto a la compra y también con respecto a la venta de un coche de segunda tal y como la que vamos a responder en el presente artículo: ¿Es verdad que tienes que declarar la venta de un coche de segunda mano? Lo averiguaremos.
Ver todas las ofertas de renting disponibles¿Quién paga los impuestos?
En una operación de venta de un coche de segunda mano se pueden llegar a pagar impuestos, pero quiénes exactamente deben pagar esto.
Pues bien, quienes deben pagar los impuestos en general son todas las empresas y personas que realizan alguna actividad comercial, ya sea compra, venta o prestación de servicios. También pagan impuestos los dueños de casas, apartamentos, terrenos y vehículos.
Una vez aclarada esta parte, debes saber que concretamente en la venta de un coche de segunda mano el impuesto que se destaca es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), el cual es responsabilidad del comprador pagarlo, no del vendedor.
¿Hay que declarar la venta del coche de ocasión a hacienda?
Concretamente, la venta de un coche de ocasión se debe incluir en la Declaración de la Renta sólo si de dicha operación se ha obtenido alguna ganancia patrimonial, es decir, si se ha ganado dinero con ello. Esto en sí no suele suceder, ya que al tratarse de un coche de segunda mano su precio es normalmente inferior a la cantidad que se pagó por él en un principio cuando se compró.
Igualmente, cabe señalar que existen casos que son excepciones como los vehículos clásicos o de colección, con los cuales sucede lo contrario, pues cuyo valor aumenta mientras pasa el tiempo.
Lo habitual es que los coches de ocasión o de segunda mano contemplen un precio inferior a la cantidad que valió cuando se compró cuando estaba nuevo, pues con el pasar del tiempo el coche sufre una depreciación, para lo cual Hacienda ofrece unas tablas orientativas con el fin de que los usuarios sepan cuánto se deprecia un automóvil con el pasar del tiempo.
Un ejemplo para que lo veas claro: hasta 2 años un coche puede perder el 16% de su valor; entre 4 y 5 años un coche puede perder el 47% de su valor; un coche de más de 12 años equivale al 10% de su valor original.
¿Cómo afecta la venta de un coche en la declaración de la renta?
La venta de un coche supone en algunos casos una fuente de ingresos siendo que así debe ser declarada en la renta. Si el contribuyente ha vendido el coche por un precio más alto al que lo adquirió, ese beneficio es considerado una ganancia patrimonial y por ende debe ser incluida en la base imponible de la renta.
Asimismo, hay que tener en cuenta una serie de excepciones en las que declarar la venta del coche no será necesario. Por ejemplo, si el vehículo hubiera sido comprado con más de un año de anticipación a la fecha de venta, se tendría que aplicar en la base imponible el tipo impositivo general del ahorro, que equivale al 19%. También existe la posibilidad de que en algunos casos la transmisión de un vehículo esté exenta de tributación, como sucede por ejemplo en las donaciones entre familiares.
¿Cuántos impuestos se pagan?
Los impuestos que se pueden llegar a pagar en la venta de un coche de segunda mano son: el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el Impuesto sobre Valor Añadido (IVA).
El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales es una tasa que se relaciona a las operaciones que se realizan entre particulares. El comprador es el responsable de pagarlo y puede oscilar entre el 4% y el 8% del valor total del automóvil. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que te encuentres.
Por su parte, el Impuesto sobre Valor Añadido (IVA) se establece cuando se compran bienes de consumo y los coches entran en dicha categoría. Sin embargo, tienes que considerar que este impuesto aplicará cuando se compre un coche a una empresa. Si la operación es realizada entre particulares, no se debe liquidar este impuesto.
Y… ¿si se vende con ganancias?
La venta de un coche aparece en la declaración de la renta como una ganancia o una pérdida patrimonial.
En tal sentido, al hacer el IRPF, si has obtenido alguna ganancia se sumará al resto de ganancias patrimoniales y rendimientos de capital mobiliario. El resultado de ello sería pagar impuestos según los tramos del ahorro, que se llevan a aplicar de forma progresiva.
Por ejemplo, con un tramo de ganancias de menos de 6.000 € el tipo a aplicar sería de 19%, si es entre los 6.000 y 50.000 € sería 21%, y así otros.
¿Cómo se declara la venta de un coche?
Por todo lo mencionado hasta este punto, aunque es raro que la venta de un coche entre particulares produzca ganancias, si lo hace, hay que incluirlo en la declaración de la renta del siguiente año como renta del ahorro. Igualmente, no hay que confundir esta declaración de ingresos con lo que es el trámite de notificar la transferencia del vehículo en la DGT, es decir, Dirección General de Tráfico.
Entonces, ¿Cómo debes declarar la venta de un coche? Sencillo: se incluye en la declaración como renta del ahorro si se ha percibido una ganancia o beneficio, sumándose a otras ganancias o pérdidas patrimoniales procedentes de la transmisión de elementos patrimoniales y determinados rendimientos del capital mobiliario.