En los últimos años, los coches de propulsión con celdas de combustible han ganado popularidad como una alternativa prometedora a los vehículos eléctricos tradicionales. Estos coches funcionan gracias a celdas de combustible que generan electricidad a partir de una reacción química entre hidrógeno y oxígeno, lo que permite cero emisiones y tiempos de recarga rápidos.

En España, modelos como el Toyota Mirai y el Hyundai Nexo ya están disponibles, ofreciendo autonomías superiores a los 500 km y tecnología avanzada enfocada en la sostenibilidad. Aunque su disponibilidad es limitada, representan una alternativa interesante.

¿Cómo funciona un vehículo de hidrógeno?

Los principales componentes de este tipo de coche son el tanque de almacenamiento, las celdas de combustible y el motor eléctrico. El tanque almacena el hidrógeno a alta presión, y las celdas de combustible convierten la energía química en electricidad a través de una serie de reacciones electroquímicas. Finalmente, la electricidad generada se utiliza para mover el motor eléctrico del vehículo.

El almacenamiento es un aspecto clave del diseño de estos coches. Para asegurar la seguridad y eficiencia, el hidrógeno se almacena en tanques a alta presión y, durante la conducción, pasa a las celdas de combustible, donde se gestiona cuidadosamente para mantener un flujo continuo de energía.

¿Coches de hidrógeno o eléctricos?

Elegir entre un coche de hidrógeno o uno totalmente eléctrico depende de las prioridades y circunstancias de cada usuario. Sin embargo, considerando las tecnologías actuales, los coches eléctricos resultan una opción más ventajosa debido a la madurez de la infraestructura y la eficiencia energética.

Los coches eléctricos cuentan con una red de carga cada vez más extendida, especialmente en países desarrollados, lo que facilita una experiencia de uso conveniente. Además, las baterías han mejorado en autonomía y tiempos de carga, y los costos están disminuyendo gracias al aumento en la producción y competencia. En comparación, los coches que utilizan hidrógeno presentan mayores pérdidas en la producción y conversión del combustible, lo que afecta su eficiencia.

Aunque los coches con celdas de combustible ofrecen ventajas como rapidez en el repostaje y buenas autonomías, la infraestructura de suministro es muy limitada y la producción del hidrógeno sigue siendo costosa y dependiente de combustibles fósiles. A no ser que tengas cerca una estación de hidrógeno.

Ventajas e inconvenientes de los coches de hidrógeno

Los coches de hidrógeno ofrecen diversas ventajas; las emisiones limpias, un tiempo de recarga mucho más corto que el de los coches eléctricos y una alta autonomía, lo cual los hace ideales para trayectos largos. Además, al igual que los vehículos eléctricos, no generan emisiones locales de CO2, lo que ayuda a reducir la contaminación en las ciudades.

Aspecto Coche Eléctrico Coche de Hidrógeno
Tiempo de Recarga Puede tardar horas en recargarse. Solo necesita unos minutos para rellenar el tanque. Esto lo hace muy atractivo para quienes buscan una experiencia similar a la de un coche de combustión.
Infraestructura de Recarga En España, existen más puntos de recarga eléctrica que estaciones de hidrógeno, lo cual facilita su conveniencia. La infraestructura es aún limitada, lo cual restringe la comodidad de uso.
Impacto Medioambiental Enfrenta desafíos ambientales relacionados con la producción y reciclaje de baterías, pero en general tiende a ser más eficiente energéticamente. Tiene un ciclo de vida más complejo. La producción del hidrógeno puede ser energéticamente costosa y, en algunos casos, depende de fuentes no renovables.
Costes Operativos y Mantenimiento Generalmente más bajos debido a la simplicidad de sus componentes. Suele tener costes más altos debido a la tecnología de celdas de combustible y la infraestructura requerida.

Coches de hidrógeno a la venta en España

Actualmente, en España hay pocos modelos disponibles, pero entre los más destacados se encuentran el Toyota Mirai y el Hyundai Nexo. Ambos modelos ofrecen autonomías superiores a los 500 kilómetros y se caracterizan por su tecnología avanzada y un enfoque claro en la sostenibilidad.

Los principales distribuidores y concesionarios que comercializan estos vehículos se encuentran en ciudades grandes como Madrid y Barcelona, donde también existen las pocas estaciones disponibles. Además, hay programas de incentivos y subvenciones a nivel estatal que buscan fomentar la adquisición de estos coches, reduciendo así su coste para el consumidor final. Los interesados también pueden decidirse por programas de renting, una alternativa interesante dada la tecnología emergente y el rápido avance en este sector.

Toyota Mirai

El Toyota Mirai de segunda generación apuesta por esta tecnología, mostrando que la movilidad del futuro puede ser limpia y lujosa. Con una autonomía de 650 km, el Mirai purifica el aire mientras se desplaza y emite solo vapor de agua.

El diseño del nuevo Mirai busca un estilo moderno y mejorar la experiencia de los ocupantes. Aunque el maletero es limitado debido a los depósitos y baterías, el interior ofrece buen confort y tecnología integrada, como una pantalla de 12 pulgadas y un sistema de purificación de aire. La conducción es suave y refinada, con una entrega de potencia progresiva, ideal para trayectos urbanos y largos viajes. Pese a su peso de 1.900 kg, el coche se comporta de forma ágil y segura.

Toyota apuesta por una tecnología que, aunque en sus primeras etapas, podría ser clave en la movilidad sostenible, sobre todo en el transporte de larga distancia. Comparado con otros modelos, el Toyota Mirai se diferencia por su fiabilidad y la experiencia de la marca en tecnologías sostenibles. En España, está disponible a partir de 65.000 euros, con diferentes opciones de financiación y beneficios fiscales.

Hyundai Nexo

El Hyundai Nexo es un SUV diseñado como vehículo de pila de combustible. Con un estilo único y aerodinámico, destaca con una parrilla amplia, luces divididas y detalles que optimizan la eficiencia del flujo de aire. Todo su diseño maximiza la eficiencia aerodinámica, diferenciándose del resto de la gama Hyundai.

El interior del Nexo tiene un diseño futurista, con dos pantallas digitales y un volante de dos radios. Aunque la consola central tiene muchos botones, la comodidad es excelente tanto delante como detrás, donde tres personas viajan cómodamente. Los tres depósitos están estratégicamente ubicados, optimizando el espacio y ofreciendo un maletero de 461 litros.

La gran ventaja del Nexo es su autonomía de hasta 666 km y la posibilidad de repostar en menos de cinco minutos. Además de no emitir contaminantes, limpia el aire por donde pasa. Su principal obstáculo es la falta de infraestructura de recarga, y con un precio de 69.000 euros, enfrenta desafíos debido a su elevado costo y la infraestructura limitada.

Cuánto cuesta un vehículo de hidrógeno


El precio de un coche de hidrógeno en España suele oscilar entre los 65.000 y 75.000 euros, dependiendo del modelo y el equipamiento. Estos precios son generalmente más altos que los de los coches eléctricos o de combustión interna, debido al coste de la tecnología de celdas de combustible y la producción del combustible.

El coste del combustible de hidrógeno también es mayor que el de la electricidad o los combustibles fósiles, lo que se traduce en un mayor coste operativo. Sin embargo, el mantenimiento suele ser menos complejo que el de un coche de combustión, ya que tiene menos piezas móviles y no requiere cambios de aceite frecuentes.

¿La propulsión por hidrógeno es sostenible?

La sostenibilidad de los coches depende en gran medida de la forma en que se produce el hidrógeno. Actualmente, gran parte de este combustible se obtiene a partir de fuentes fósiles, lo que implica emisiones de CO2. Sin embargo, el hidrógeno verde, producido mediante electrólisis con energías renovables, representa una alternativa mucho más limpia y sostenible.

Las fuentes se clasifican en gris, azul y verde, según el proceso de producción y su impacto medioambiental. El gris se produce a partir de gas natural y tiene un impacto negativo en el medio ambiente, mientras que el azul intenta mitigar este impacto capturando el CO2 emitido durante la producción. El verde, por su parte, es la opción más sostenible, ya que no genera emisiones contaminantes.

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